El mobiliario usado en las cocinas industriales debe ser elaborado en acero inoxidable. El acero inoxidable es un material que se obtiene de una aleación de hierro, con un porcentaje del 10 % al 12 % de cromo contenido en su masa y también puede contener níquel del cual toma su brillantes, este tipo de acero es lo más recomendable para la industria alimenticia gracias a que es muy resistente a la corrosión porque no es poroso y se puede lavar y desinfectar perfectamente con la seguridad que no absorberá químicos dañinos para la salud. Su acción al agua es nula por lo que no cede a la oxidación. Por lo anterior es de gran durabilidad sin dejar de lado la estética.
Al adquirir equipos de acero inoxidable se debe tomar en cuenta el tipo de acero que puede ser para este uso de tipo 304, 316 y 321. Es importante comprender que el acero inoxidable es un material sólido en sí para la fabricación de mobiliario y no un revestimiento, es decir no es un esmalte que de un acabado. Por eso es tan durable y resistente. Otros aceros y metales pueden estar cubiertos o bañados con metales blancos como el cromo, níquel o zinc para darles algún acabado a sus superficies o brindarles temporal durabilidad. Estos baños a las superficies pudieran ser peligrosos ya que contienen cancerígenos como el plomo. Este material nos ofrece todo lo que se puede desear en una cocina en cuanto a mobiliario se refiere: durabilidad, estética, funcionabilidad, limpieza e higiene y su valor no tiene igual. Considerar que al fabricar con este material es un punto muy importante que requiere de una mano de obra calificada, ya que el ideal de corte es con cortadoras laser. Con esta tecnología se obtienen cortes muy precisos que no distorsionan el producto final y permite diseños caprichosos como los que elaboramos en Soluciones Gastronómicas, y beneficio aparte es que no dañan en absoluto al material cuando se están fabricando los muebles.